Los productos traídos de América
se fueron aclimatando con lentitud, y su incorporación a la dieta de los
españoles e italianos, que fueron los primeros en adoptar los comestibles
ultramarinos, fue dificultosa, más aún lo fue para el resto de Europa donde
productos como el chocolate tardaron más de dos siglos y tres en el caso de la
patata, sin olvidar que el tomate en Francia y Centroeuropa tardó aún más. El
pavo y el pimiento fueron sin duda los más tempranamente adaptados y consumidos
en España.
Por otra parte alguna de las
nuevas plantas como el tomate, el chile y la papa, no fueron bien recibidas,
sino acogidas con desconfianza por los europeos, quienes las asociaron a otras
alucinógenas ya conocidas como la belladona o el beleño, sospechando que fuesen
venenosas. No obstante el clima templado de la cuenca mediterránea fue un lugar
muy favorable para la aclimatación de las plantas americanas.
Sotelo, R. (2005). FOODS AND SOME EXCHANGES: Hospitalidad
ESDAI.
El pavo comienza a popularizarse
en Europa desde el primer cuarto del siglo XIX. Cuando los campesinos franceses
querían agasajarse en las largas noches de invierno se asaba un pavo. En la
mayor parte de Europa, el "gallo de indias", fue hasta hace unas
décadas el exquisito plato con el que las clases medias celebraban el ágape de
Navidad. En la actualidad se ha desacralizado y se ha convertido en una carne
relativamente barata y que va sustituyendo, por su mejor precio, a la ternera.
Esto ha sido debido a las manipulaciones genéticas realizadas con el animal,
creando aves monstruosas que producen gran cantidad de carne, consiguiendo así
una producción en masa.
La tradición de la huerta
peninsular culminó con el traslado a tierras americanas de muchas legumbres
procedentes del viejo mundo. Desde el
siglo XVI, las casas de personajes principales y de misioneros en América
poseían ya su propio huerto de cultivos europeos, donde prosperaban el trigo,
los guisantes, las judías, hortalizas, naranjos, limoneros, olivos e incluso
vides. También se difundieron especies
como el ajo y plantas forrajeras para alimentar la ganadería que los españoles
introdujeron en un continente donde no existían demasiados animales de
labor. Así, hasta la llegada de los
españoles, el caballo era desconocido para los indígenas.
Tormo, J. Historia e intercambios del viejo mundo.
KU CHAGOLLA XOCHITL CAMILLE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario